Illueca

12 > 13 julio

Illueca

Entradas: Anticipada 10 €  |  Taquilla 12 €
Taquilla Plaza: Desde 1 hora antes de cada función

Información turística
Venta de entradas y abonos:

Viernes 12 de julio | 22:30 h. Pl. de Peñíscola

FACTORY PRODUCCIONES

Modalidad: Música
Duración: 80 min.
Tipo de público: Todos públicos
Autora: Cielo Ferrández
Dirección: Mario Ronsano, José Antonio Royo
Intérpretes: Cielo Ferrández, Francisco Fraguas, Jesús Ortíz

«Viva la zarzuela» es un espectáculo que rinde homenaje al género de la zarzuela, una forma de teatro lírico español que combina música, diálogo y baile, presentando una selección de números destacados de diferentes zarzuelas populares.

La Zarzuela sigue manteniendo la importancia histórica y cultural en España entre el pública más mayor y ultimadamente está viviendo una actualización y resurgir llegando a un público más joven, todo ello con la voz de Cielo Ferrández, habitual en los repartos del Teatro de la Zarzuela de Madrid.

Las historias de zarzuela a menudo involucran elementos de amor, honor, celos, intriga y humor, y las canciones y bailes sirven para expresar las emociones de los personajes y hacer avanzar la trama.

Sábado 13 de julio | 22:30 h. Pl. de Peñíscola

BALUARTE ARAGONES: El bandido cucaracha

Modalidad: Música y danza
Duración: 90 min.
Tipo de público: Todos públicos

Dirección musical: Juanjo Almarza

Intérpretes: Adrián Tomás, Ángela Aured, Rubén Bonilla, Susana Gil, Guillermo Olivares, Marian Blancas, Héctor Montesinos, Sonia Martín, Alberto Remiro, Manuel Pola, Sergio Betrán

Mariano Gavín Suñén, el bandido cucaracha, nacido en 1838, hijo de caldereros, vivió en una época en la que los terratenientes dominaban las principales haciendas de los pueblos y comarcas más desfavorecidas. Le tocó desempeñar labores difíciles y mal remuneradas como la calderería, mozo de ganado y carbonero, de ahí lo de cucaracha.

Baluarte basa su espectáculo entre lo real y la leyenda para exponer el mito, un personaje que causó el miedo de las gentes que más posesiones tenían y la simpatía de aquellos que carecían de ellas, mediante extorsiones y brutalidad con los primeros y como tributos a cambio de la confianza de los segundos.

En 1875, en el corral de «La Nica» en Lanaja, y tras una emboscada llevada a cabo por el Teniente de la Guardia Civil Vicente Lafuente, fue abatido junto a su banda.

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